Alexis siempre se había sentido atraída por el amigo de su hermano mayor, Will. Éste había ido a reparar el ordendador de su hermano y Alexis no quiso perder la oportunidad de seducirlo. Se quitó las braguitas y le llamó para ver si podía ayudarla a encontrar su móvil que creía había caído debajo de la cama. Will se puso a buscar y al levantar la mirada se encontró con un panorama encantador, un coñito lampiño, tierno y rosado. Will trató de mantenerse fiel a su amigo, de dejar pasar aquella tentación, pero cuando Alexis le dijó que ya tenía 18 añitos, que le deseaba y que sabía que en aquel momento él no quería otra cosa que aquello que le había enseñado, no pudo resistirse. Will se lanzó a saborear, degustar y perderse en las mieles del irresistible y tierno chochito de la señorita Tyler.
