Sexo con ojos vendados y atada


Atada de pies y manos, Ella esperaba en una silla de la planta de arriba de su casa, sabía que algo muy bueno estaba a punto de suceder. Vestida con su uniforme de colegiala, notó los pasos de Xander más cercanos, su cuerpo estaba a punto de entrar en un estado de ebullición. Cuando llegó, cubrió los ojos de Ella con una venda y comenzó el juego de la seducción en el que desabrochó la camisa de la joven inmovilizada y metió su mano en la zona más caliente situada bajo aquella erótica faldita de cuadros. Aquel día no hubo clases, pero Ella iba a aprender la lección más placentera a la que se enfrentaba privada de visión, pero con los restantes sentidos bien afinados y metidos en su papel. Fue entonces, cuando la fugitiva alumna puso toda su atención en la empalmada herramienta de Xander y sacó una valiosa matrícula de honor en su asignatura favorita: el sexo.